La
manzana
Esta
fruta ondulada, origen de los pecados, tan rojo como la sangre, tan apetitoso
como la carne. ¿Será porque soy amante de la manzana? De sus lindas curvas
emana olor, un olor a delicia proveniente de la antigüedad. Oh, manzana, ya
sabemos la razón porque la que Adam y Eva pecaron. De esa tentadora delicia es
imposible escapar. Pero al momento de probarlo, su jugosidad cae en un tu
cuello, dándote el perfume natural. Pero eso es lo de menos, porque el sabor es
lo mejor. Tan jugosa y sabrosa, un placer gustativo, que incluso la sentimos al
crujir.
La Migala.
Soy
una migala.
Vivo
entre los escombros y la oscuridad. Quisiera salir peo cada vez que salgo me
atacan. ¿Por qué será? Me miré al espejo en una ocasión, cuando me mudaba a mi
nuevo hogar. Me di cuenta de que soy horrendo, pero al fin y al cabo lo de
adentro es lo que importa; así lo escuche de los temerosos humanos. Solo quiero
hablar y compartir mis redes. Apuesto que serían de gran utilidad. Cuando me
atacan tengo que defenderme, no es mi culpa, pero de todos modos, perdónenme.
Espero que algún día sea de utilidad, y entablar una relación de amistad.
Mientras tantos, seguiré tejiendo en la oscuridad.
El paranoíco
Como
cualquier día, caminaba Jim por el campus del Intec. De pronto, corre hacia un
lado y se agacha. Pensó que un árbol le iba a caer encima, así que se quedó ahí
por media hora. Como vio que no pasaba nada, se arriesgó y se fue corriendo. Al
llegar a clase, tomó su examen y al parecer le fue perfectamente bien, pero
tuvo miedo de que se le rompiera la hoja cuando se la llevase al profesor. Así
que entro la hoja en la mochila como un tesoro se tratase y luego se la entregó
al profesor con mucho cuidado. Claramente el profesor se extrañó. Jim, al salir
de clases, caminó en un pasillo lleno de ventanas. Corrió porque pensó que se
romperían y le cortarían. Al fin llegó a la calle, aunque se puso atrás de un
poste por si un auto se saldría de la clase y lo atropellara. Finalmente sus
padres le recogieron, aunque con temor de un accidente. Llegó a su casa, se
encerró en su habitación y durmió debajo de la cama, por si el techo se caía.